4 Rue Coutellerie, 13002 Marseille
A pocos pasos del Puerto Viejo de Marsella, en una calle discreta del centro de la ciudad, el Residhotel Vieux Port ofrece un ambiente acogedor, a la vez sencillo y bien pensado, para quienes desean descubrir la ciudad con total libertad. Detrás de su fachada sobria, el establecimiento combina el confort de un hotel de tres estrellas con la flexibilidad de un apartamento, para estancias cortas o largas.
La dirección resulta particularmente práctica para explorar Marsella a pie. El Puerto Viejo se extiende a solo unos metros, y se puede llegar rápidamente caminando a lugares emblemáticos como el Mucem, la catedral de la Major o el barrio del Panier. El centro comercial Les Terrasses du Port, al igual que el palacio de la Bolsa y La Canebière, también son fácilmente accesibles.
El establecimiento ocupa un edificio catalogado, lo que le confiere una personalidad discreta pero particular. En el interior, los espacios han sido renovados con sobriedad: parquet claro, mobiliario funcional, algunos toques de color. Todo el conjunto desprende una atmósfera tranquila y ordenada, propicia para el descanso tras un día en la ajetreada ciudad.
El Residhotel Vieux Port pone a disposición 48 alojamientos distribuidos entre estudios y apartamentos. Cada alojamiento cuenta con aire acondicionado, baño privado con bañera y una cocina equipada, que incluye refrigerador, placas eléctricas, microondas, máquina de café exprés y vajilla. El diseño está pensado para satisfacer tanto las necesidades de los turistas como las de los profesionales de paso.
Se ha prestado especial atención a la ropa de cama, con colchones de buena calidad que garantizan un descanso confortable. Algunos alojamientos cuentan con una vista parcial al puerto, para quienes aprecian el encanto de los veleros y las luces cambiantes del muelle. Los estudios son ideales para una o dos personas, mientras que los apartamentos pueden alojar hasta cuatro personas, gracias a la habitación separada de la sala de estar.
Los viajeros de negocios encontrarán un espacio de trabajo en cada alojamiento, así como acceso gratuito a Wi-Fi y un televisor de pantalla plana. También hay disponible una caja fuerte con tamaño suficiente para un ordenador portátil, además de un teléfono directo. Se ofrecen servicios adicionales bajo petición, como secador de pelo, tabla y plancha.
La residencia cuenta con una sala para desayunos, donde cada mañana se ofrece un buffet continental. Este momento del día permite comenzar de manera agradable, ya sea que se tenga una cita de negocios o se planee visitar los alrededores. El ambiente es tranquilo, al igual que el hotel en general.
La recepción está accesible todos los días, con horarios adaptados a la mayoría de llegadas y salidas. Fuera de estos horarios, una terminal permite recoger las llaves de forma autónoma. Para los viajeros con coche, hay dos aparcamientos públicos disponibles en las inmediaciones, cerca de la Bolsa o el Ayuntamiento.
Lo que destaca especialmente de este establecimiento es su voluntad de ofrecer un alojamiento autónomo, bien mantenido, en una ubicación particularmente céntrica. Sin excesos ni artificios, la experiencia se centra en lo esencial: una buena cama, una habitación tranquila, la posibilidad de cocinar o trabajar, todo a pocos pasos de los animados muelles.
El Residhotel Vieux Port está dirigido tanto a turistas como a profesionales en viaje de negocios. Permite a cada uno mantener su ritmo, almorzar a la hora que prefiera, descansar a su manera. Sin servicios superfluos, pero con todo lo necesario para sentirse bien, como en un apartamento temporal donde uno se siente familiarizado.
También apreciará la tranquilidad del lugar a pesar de la proximidad a la ciudad. La calle en la que se encuentra el hotel aísla agradablemente del bullicio circundante, manteniendo un acceso rápido a transportes, restaurantes, museos y comercios.
Desde la residencia, se puede llegar en unos minutos caminando a los muelles del Puerto Viejo, ideales para paseos nocturnos. El barrio del Panier, con sus calles empinadas y fachadas pintadas, merece ser explorado al ritmo lento de un paseo. Allí se descubren talleres, galerías, plazas sombreadas y una atmósfera que recuerda al Marsella de antaño.
Para los amantes de la cultura, el Mucem, museo de las civilizaciones de Europa y el Mediterráneo, se encuentra a unos quince minutos a pie. Su arquitectura espectacular, con encaje de hormigón, y sus exposiciones temporales lo convierten en una parada obligatoria. Cerca de allí, la Villa Mediterránea y el fuerte Saint-Jean completan este paseo cultural junto al agua.
El centro de la ciudad también está lleno de espacios para visitar: la catedral de la Major impresiona por sus dimensiones y su estilo románico-bizantino; el palacio Longchamp, accesible en transporte, alberga dos museos importantes de la ciudad; la Ópera de Marsella, a diez minutos caminando, ofrece una programación ecléctica en un entorno refinado.
Para los amantes del arte contemporáneo, la Friche la Belle de Mai acoge exposiciones, conciertos y eventos variados en un antiguo sitio industrial reconvertido. Desde el Puerto Viejo se puede llegar fácilmente en transporte. Este lugar vibrante permite descubrir otra cara de Marsella, creativa y en constante evolución.
El Residhotel Vieux Port constituye así un punto de partida sencillo, bien ubicado y confortable para descubrir las múltiples facetas de la ciudad foceana. Ya sea que esté de paso por unos días o instalado para una estancia más larga, encontrará un ambiente práctico y discreto, adaptado a un ritmo de viaje personal.
Servicios
Zonas comunes
Varios
Desde 48 EUR por noche