13-15 Place des Marseillaises, 13001 Marseille
Encontrará en el Alex Hotel & Spa un raro equilibrio entre la energía de una gran ciudad mediterránea y la tranquilidad de un espacio diseñado para desacelerar. Todo parece haber sido concebido para que pueda tomarse un respiro, alejado del bullicio inmediato, pero permaneciendo en el corazón de la actividad. La dirección está pensada tanto para quienes visitan Marsella por primera vez como para los viajeros frecuentes que saben cuánto marcan la diferencia la calma y la calidad de la acogida.
Cada piso le revelará una atmósfera singular, con una decoración contemporánea que no busca impresionar, sino que privilegia elecciones francas, cálidas y, a menudo, audaces. Sin duda reconocerá esa sensación familiar de estar en un lugar que lo comprende, donde todo está al alcance sin estar expuesto. El ambiente sigue siendo discreto, sin rigidez. Sentirá que puede apropiarse del lugar a su propio ritmo.
En las habitaciones encontrará el mismo cuidado en la luz, los materiales y los volúmenes. Algunas se abren a la ciudad, otras dan a un patio más tranquilo; en cualquier caso, dispondrá de todo el confort esperado, sin exceso. Una cama espaciosa, una bandeja de cortesía bien surtida, un baño funcional y bien pensado, y ese silencio que permite un verdadero descanso, incluso en una ciudad que nunca duerme del todo.
Si elige una habitación Deluxe o una suite, apreciará los metros cuadrados adicionales, pero también los pequeños detalles que prolongan el placer de la estancia: un salón acogedor, un balcón íntimo o un minibar discretamente integrado. La ropa de cama lo envolverá en una reconfortante suavidad, y las toallas de baño con texturas gruesas lo acompañarán hasta el último momento del día.
Por la mañana, podrá disfrutar de un generoso desayuno, instalado en los salones o en la terraza interior si el clima lo permite. Podrá componer su plato según sus deseos: pasteles frescos, zumos recién exprimidos, pasteles caseros, cereales, quesos, huevos, panqueques... Todo se presenta con sobriedad, pero siempre cuidado. Nada se deja al azar, sin excesos.
Entre dos citas o después de un paseo por la ciudad, el spa del Alex Hotel & Spa le ofrecerá un paréntesis inesperado. La piscina interior climatizada, el hammam con mosaicos oscuros, la sauna de madera clara o la ducha sensorial le permitirán liberar tensiones sin tener que salir del hotel. Podrá reservar un horario para disfrutar de este espacio con total tranquilidad, o prolongar la experiencia con un masaje bajo pedido.
Un espacio de relajación bañado por luz natural le permitirá aislarse un momento, ya sea para tomar un té o para leer. Si viaja en pareja, podría convertirse en un lugar de reencuentro. Si está en un viaje de trabajo, quizá lo vea como un refugio antes de retomar sus obligaciones. Esta capacidad de adaptarse a los ritmos de cada persona da todo su valor a la dirección.
También dispondrá de una sala de fitness accesible a cualquier hora, sobria pero bien equipada, para quienes desean mantener sus hábitos incluso lejos de casa. Y si necesita trabajar o concentrarse, hay espacios tranquilos disponibles, con Wi-Fi rápido y zonas de carga.
El equipo del Alex Hotel & Spa, presente día y noche, lo acompañará con amabilidad y disponibilidad, sin excesiva familiaridad. Podrá contar con sus consejos para organizar una salida, reservar una mesa o simplemente comprender mejor la ciudad. El tono es correcto, las respuestas son eficaces, y se nota que cada miembro conoce Marsella más allá de las apariencias.
La estación Saint-Charles se encuentra a pocos metros, lo que facilita la llegada y la partida, pero también las excursiones a los alrededores. Sin siquiera tomar transporte, podrá llegar a pie a la Canebière, los muelles del Vieux-Port o el barrio del Panier. El metro y el tranvía cercanos amplían aún más el campo de descubrimientos.
Si le gusta explorar a pie, llegará rápidamente al Mucem, el fuerte Saint-Jean o la catedral de la Major. También puede dirigirse al Palais Longchamp o a las orillas del Jarret, según sus deseos del momento. En cada estación, Marsella revela una nueva faceta, entre patrimonio y efervescencia.
Al subir por la ciudad hacia las alturas, llegará a la basílica Notre-Dame de la Garde. Desde allí, la vista del mar y los tejados rojos sigue siendo una de las más emblemáticas. Puede llegar a pie si le gustan las escaleras, o de manera más tranquila en el tren turístico. En cualquier caso, la experiencia vale la pena.
Si se hospeda varios días, quizá desee descubrir las calas, las islas de Frioul o las playas del Prado. El Alex Hotel & Spa podrá ayudarlo a organizar estas escapadas, indicándole los mejores horarios y accesos para disfrutarlas lejos de la multitud. Al regresar, un paso por el spa o un momento en la terraza le permitirá prolongar la sensación de vacaciones.
Para los amantes de la cultura, el teatro de la Criée, la Friche la Belle de Mai o las galerías del barrio Noailles ofrecen una programación rica y variada. Festivales de música, exposiciones temporales, mercados artesanales: la ciudad le reserva muchas sorpresas si se toma el tiempo de sumergirse en ella.
Encontrará alrededor del hotel numerosas oportunidades para degustar la cocina marsellesa. Aunque el Alex Hotel & Spa no ofrece restaurante, el equipo sabrá recomendarle direcciones confiables, lejos de las trampas para turistas. Ya sea que busque un plato sencillo o una cocina creativa, siempre hay algo por descubrir.
El Alex Hotel & Spa no busca impresionar. Prefiere acoger, acompañar y ofrecer un entorno sobrio, armonioso y relajante. Podrá vivir su estancia a su manera, con la agradable sensación de ser esperado sin nunca sentirse forzado.
General
Servicios
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Área de piscina y bienestar
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Desde 65 EUR por noche